domingo, 23 de agosto de 2009

VIAJE

EGIPTO
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Si me llamáis esta semana que entra no podré coger el teléfono. El motivo: esto que tenéis aquí abajo. Pasadlo bien durante estos últimos días de verano.
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Os dejo. El Nilo me espera...
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martes, 18 de agosto de 2009

MÚSICA

ELBIS REVER
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Hace unas semanas que Elbis Rever recaló en Santander. He aquí algunos de los vídeos y fotos de la actuación.
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lunes, 17 de agosto de 2009

COLUMNA 56

COLUMNA
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Hoy me publican esta columna, sobre el 2016 y toda esa mierda.
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Playas del 2016
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Una gran roca divide en dos la Playa del Sardinero; cuando la marea está alta una alta pasarela de metacrilato se extiende para comunicar una parte con la otra. Hay una arena muy fina y bastante agradable al tacto. De hecho sus granos de arena son de oro pero nadie lo sabe, así que no difundan esta confidencia para evitar posibles robos. Suele estar siempre limpia ya que todas las noches de verano unos pequeños androides disfrazados de trasgos se comen la suciedad y luego unas anjanas cibernéticas de larga melena pasan por encima, peinándola.
Cuenta, cómo no, con numerosas cámaras de videovigilancia, incluso cámaras subacuáticas cerca de las orillas para protegernos de los ataques de las insidiosas medusas. Como novedad se ha constituido un premio semanal, integrado por un jurado muy prestigioso, para aquel que sea filmado con la mejor de las sonrisas por alguna de estas cámaras.
Existe un servicio de alquiler de murciélagos tratados genéticamente para poder volar de día; algunos han sido entrenados para recoger las pelotas lanzadas lejos por los que juegan a las palas. También se alquilan sombrillas provistas de sofisticados paneles solares que le permitirán recargar su teléfono así como plasmas flotantes con TDT y conexión a Internet.
Además se cuenta con un lugar aislado acústicamente de cualquier ruido circundante, alquilable a un precio asequible, en el que uno puede tomar el sol bajo el más absoluto silencio.
Otro de sus grandes atractivos es la instalación por parte del Ayuntamiento de extensísimas tuberías soterradas bajo la arena cuyo sofisticado mecanismo permite, mediante la inserción de unas cuantas monedas, la distribución de refrescos y helados a todos los rincones de la playa con una rapidez asombrosa.
Para aquellos que deseen practicar surf o tan sólo sentir la furia del mar sobre sus carnes podrán hacerlo en lugares limitados por altas redes y en los que el usuario seleccionará el nivel deseado de salinidad, altura y anchura de unas olas generadas artificialmente por caros dispositivos.
Ante la gran demanda de veraneantes se constituirá una única lista de espera para toda la Comunidad Autónoma. A efectos de proceder a la baremación de méritos y establecer el orden de adjudicación de plazas se constituirá una comisión de valoración con arreglo a lo establecido en la Ley correspondiente, pero qué más da si habrá baile y habrá fiesta y habrá danza…

lunes, 10 de agosto de 2009

MÚSICA

MÚM
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Gran descubrimiento. Múm, desde Islandia..., porque me gusta compartir las joyas que encuentro. Incluso regalarlas. Son vuestras... joyas como esta: Green Grass Of Tunnel...
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viernes, 7 de agosto de 2009

SUGAR BLUE

FESTIVAL DE BLUES DE BÉJAR
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Ya que no pude asistir a los festivales de jazz de Julio (ver columna anterior), al menos pude asistir a este singular festival, el X Festival Internacional de Blues de Castilla y León. De todos los artistas que intervinieron en la programación, el que sin duda más me maravilló fue Sugar Blue.
Sugar Blue fue calificado como el Jimi Hendrix de la armónica, nombre muy apropiado para este genial armonicista. Posee además una voz personal, gran talento componiendo y es muy conocido en todo el mundo por sus colaboraciones para una gran variedad de artistas, incluidos The Rolling Stones, con quienes colaboró durante varios años, actuando y grabando 3 álbums con ellos. Nació en Harlem, Nueva York, en 1950 creció rodeado de grandes artistas, entre los que se encontraba la legendaria vocalista Billie Holliday amiga de su madre.

COLUMNA 55

COLUMNA
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He aquí, en esta columna que publican hoy en "El Mundo Cantabria" las razones de por qué no fui a los festivales de jazz de este verano. Path Meceny… perdóname, Brad Mehldau… lo siento en el alma y tú viejo Jimmy Cobb… mil perdones también. Para muchos, esguince es ya sinónimo de tobillo
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Primer esguince
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Mi primer esguince de tobillo me lo he hecho este verano, a mis 31 tiernos años. Vino con la rotundidad y el brío de un primer amor, de un amor de verano de esos que te marcan y te hacen más vulnerable. Y lo más probable es que me acompañe hasta septiembre.
Dos semanas sin poder andar. Todos los viajes, citas, fiestas y festivales de jazz veraniegos anulados. Un verano perdido.
Y lo peor es que lo provocó una caída tonta. «¿Acaso hay caídas listas?», me preguntó mi médico de cabecera. De acuerdo, no hay caídas listas, pero sí heroicas. La mía no fue heroica, fue patética y cotidiana.
No es que el tobillo se vuelva, como dicen, delicado con la edad. Es que uno va sintiendo el tobillo como un ser delgado y desvalido en el que reposa todo el peso de la vida.
¿Llega un esguince cada año, llega un esguince cada lustro? Llegan de vez en cuando. A todos, por pura estadística, nos llegará alguno que otro en la vida, de forma inesperada.
La mayor limitación del ser humano reside en sus tobillos; su verdad más íntima y trascendente no se halla en su angustia existencial, ni en un confuso e hipotético más allá sino en el más acá tosco y rudimentario de sus quebradizos y frágiles tobillos. ¡Ay, el más acá, el jodido más acá de nuestros vulnerables tobillos!
Antes, los veranos eran eternos y se llenaban de amores, de millones de olas y de tardes pero uno descubre que con los años los veranos no son más que cinco tardes de playa, cuatro sábados de fiesta y un posible esguince que te mantenga postrado en una cama, con el pie dañado en alto, como propinándole así una eterna y socarrona patada a la mala suerte o al destino.
Claro que estas son cosas que no pienso con el cerebro sino con el esguince. Mientras escribo este texto remojo en agua caliente mi pie izquierdo. El otro, el pie derecho, no sabe qué sucede. Ignora que el siguiente puede ser él y para que el miedo no lo debilite no le digo lo que pasa porque todo mi peso recaerá sobre él estos días.
Yo me he estado fijando ahora en mi esguince, en su tamaño y color. Me inclino, cabreado, a acariciarlo y le susurro como si el corazón se me hubiera escurrido hasta el tobillo esguinceado y latiera allí todo él, recluido y obstinado.
Ahora que el esguince me obliga a estar tumbado, algunos días, aprovecho para leer, escribir y ver buen cine.
Me siento afortunado; después de todo, por cosas así a algunos caballos los sacrifican.