miércoles, 31 de diciembre de 2008

FELICITACIÓN

FELIZ AÑO NUEVO
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Los cadáveres de cinco hermanas palestinas de 4 a 17 años muertas en el bombardeo nocturno israelí a una mezquita del campo de refugiados de Yabalia yacen en la morgue de un hospital
Agencia France Press - Publicada en El País - 2008-12-27

martes, 30 de diciembre de 2008

COLUMNA 34

COLUMNA
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La semana pasada me publicaron en "El Mundo Hoy en Cantabria" esta columna. Trata sobre un concepto esencial de hoy en día: lo cutre. Tiene mucho que ver con el célebre "Ensayo sobre lo cursi" de mi admirado Ramón Gómez de la Serna.
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Lo cutre
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El otro día me dio por releer el célebre “Ensayo sobre lo cursi” de mi admirado Ramón Gómez de la Serna. Minutos después me propuse emularlo, tratando de realizar un “Ensayo sobre lo cutre” He aquí algunos breves apuntes, más o menos cutres.
Lo primero que debo decir es que las cosas llaman más la atención cuando son cutres. La “cutrez” determina sin duda una frontera entre nosotros y lo demás. Y creo que cuando nos alejamos de lo cutre damos la espalda a todo lo que nuestra vida tiene de visceral. Lo cutre, a diferencia de lo cursi, no disfraza lo que es. Nos aproxima más a lo que somos. Aceptar lo cutre es aceptar nuestra más fría inmediatez.
Para entender el mundo uno debe comprender lo cutre. En la “cutrez” está el sentido de cada época. Las vanguardias artísticas innovaron mediante objetos, canciones y prendas de vestir cutres, pero con el tiempo todo ese material rupturista fue elegantizándose más y más hasta pasar a formar parte de la moda, de lo comercial. Son cutres los berridos y los escupitajos que lanzaba GG Allin a su público y son cursis las greñas aparentemente desgobernadas de Keith Richards; son cutres las pintadas que se ven en las puertas de los servicios, con sus faltas de ortografía rebosantes de autenticidad, y es cursi cualquier obra de arte museística, por muy transgresora que se autoproclame.
El gran error del arte reside precisamente en haber huido de lo cutre. También es el gran error de la política, tan cursi y adornada. He oído decir a mucha gente que la televisión de hoy en día es cutre. Se equivocan: es cursi, grotescamente cursi. La tele se engalana, se reinventa en el autoplagio, se superpone a sí misma. Es repetitiva pero elegante, es aberrante pero ostentosa. En ella no hay espontaneidad. Encierra sin duda una cursilería miserable que nos aturde e insensibiliza.
Lo cutre, en cambio, esencializa el vivir. Es ante todo autenticidad pero eso a nadie le interesa; se vive en la y de la apariencia. Por eso huimos de lo cutre, porque nos enfrenta a nuestra más grotesca e incomoda verdad. Tal vez en lo cutre resida desde siempre el sentido de la humanidad; su naturaleza más orgánica, genuina y veraz.
Espero haber escrito al menos una columna esencialmente cutre. Aunque lo que mejor explica su significado lo hallé escrito sobre una de las fachadas de la extinta casa okupa de Valdenoja. Se leía: “LO CUTRE ES BELLO”
Eso lo resume todo.

lunes, 22 de diciembre de 2008

COLUMNA 33

COLUMNA
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He aquí la columna aparecida la semana pasada en "El Mundo Hoy en Cantabria". Va sobre esos entrañables ordenadores que tanto nos entretuvieron en nuestra infancia.
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Yo tuve un MSX...
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Era la época de los últimos Atari y los primeros MSX, eran los embrionarios juegos de cinta y de cartucho; aquella prehistoria simpática de los primeras computadoras personales, robustas y compactas. Eran aquellos juegos iniciáticos, la edad de oro del software español; el éxito de empresas como Topo Soft, ERBE o Dinamic. Era la época de los primeros joysticks, toscos y crujientes. Eran los 512 colores y los 8 bits. ¿Para qué seguir?
¿Cómo recuperar aquel ímpetu, aquella novedosa necesidad de jugar asomándose en la punta de los dedos? Imposible. Ni la XBOX ni la Play 3 hoy lo logran. La adicción que me causaban aquellos juegos supera a la de las actuales y sofisticadas videoconsolas. Será cosa de las edades, supongo.
Eran aquellas cintas que había que rebobinar y cargar durante minutos, los primeros juegos, su musiquilla humilde y elemental. También era la época de la EGB. No había Internet del que descargar nada, ni pendrives en los que archivarlos. Era en el patio del colegio o en los pasillos donde se llevaba a cabo el intercambio doméstico de cintas y cartuchos, y el de las copias que pirateábamos con una curiosidad ingenuamente clandestina. Era la picardía que nos llevaba a comprar un juego, grabárnoslo y devolverlo, diciendo que no cargaba, y de esa forma cambiarlo por otro diferente. Era la división en dos bandos: los de MSX y los de Spectrum, la primera identificación grupal, cuando un compañero desconocido se te acercaba y decía “Tienes un MSX, ¿quieres que intercambiemos juegos?” y tú decías que sí.
También era cuando aún existían salones recreativos, cuando los críos bajábamos a la calle para jugar y arañarnos las rodillas en las aceras. La infancia oscilaba entre los balones y los teclados, entre pantallas y gomas de saltar. Luego crecimos. La ciencia avanzaba de nuestra mano. Pronto llegaron los 486 con sus discos de 3´5. Después los superprocesadores, las sofisticadas consolas portátiles e internet, con sus miles de emuladores descargables, y hemos vivido junto a ellos, saturados y solos.
Conozco a varias personas a las que el MSX se les ha quedado guardado en el pecho y en seguida se lo notamos en la cara, se lo vemos en los ojos. Sin duda, los juegos del primer ordenador, por básicos que fueran, definieron algo en nosotros.
Ayer mismo, un vecino que tiene mi misma edad me confesó, con voz melancólica y mirada perdida: “Sí. Yo tuve un MSX...”

Vicente Gutiérrez

domingo, 14 de diciembre de 2008

COLLAGE

COLLAGE
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Este es uno de mis últimos collages. Va desanclado por la siguiente frase collage: "La primera vez que te besé, donde ella estubo, excava dentro de tu corazón"
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miércoles, 10 de diciembre de 2008

COLABORACIÓN

He aquí mi colaboración en "El Rapto". Se trata de una noticia real comentada:
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Aviones de British Airways vuelan sin pasajeros por errores de horarios
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La compañía aérea británica British Airways reconoció que ha hecho volar aviones transatlánticos sin pasajeros en las últimas semanas a causa de una descoordinación en los horarios de sus pilotos y personal de a bordo.
"A causa de los horarios extremadamente complejos de nuestros 15.000 miembros de equipaje, a tiempo completo y parcial, ha sucedido que en algunos casos muy raros no tuviéramos personal de cabina disponible en algunos vuelos", explicó una portavoz de BA a AFP este viernes. "A veces fue necesario hacer despegar un avión solamente con pilotos y carga a bordo", ya que los horarios de pilotos y el personal auxiliar no acababan de coincidir, explicó la portavoz.
BA emplea más de 3.000 pilotos para una flotilla de 240 aparatos.
La portavoz aseguró que BA "trabaja duro para rectificar esta situación en cuanto sea posible", tras asegurar que la decisión de hacer despegar esos aparatos "no fue tomada a la ligera".
Un 0,3% de los vuelos de BA resultó afectado por esos problemas durante el pasado mes, aseguró la fuente consultada.
"En esas ocasiones desplazamos a los clientes hacia otros vuelos, advirtiéndoles lo antes posible", añadió.
La anómala situación de esos "vuelos fantasma" fue denunciada recientemente por la organización ecologista Greenpeace, como ejemplo de la indiferencia de las aerolíneas en la lucha contra el cambio climático.
LONDRES (AFP)

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Tarde o temprano tenía que pasar. En realidad llevaba sucediendo desde siempre: me refiero a ese absurdo transporte del vacío. Pues esa es la función de los aviones hoy en día: trasladar nuestro vacío a otro vacío. Y de ese modo ir haciendo un nicho, una cárcel estrecha en nuestras vidas. Porque, al margen del despilfarro y la contaminación ambiental y acústica que conllevan esos cacharros, no olvidemos su función esencialmente miserabilista. Uno va comprándose billetes de avión y así traslada su aburrimiento y su equipaje de hotel en hotel, de decorado en decorado. Los aviones son ya los carruajes actuales del espectáculo, de la falsa aventura que nos venden enlatada. ¿Qué son esos paquetes de viajes organizados del turismo de masas sino simulacros de la vida, recreos para esperar la muerte en los que presenciamos la irrealidad de nuestra vida y de la historia; parques temáticos en los que la vida parece desarrollarse como en una película y que contienen, al igual que una película, ya su conclusión, su límite y su único guión posible ya escrito?

En 1874, mucho antes de la aparición de los vuelos masivos, en el Camposanto Central de Viena, Felbinder y Hudetz proyectaron un metro para ataúdes, mecanizado, engrasado y listo para su buen funcionamiento. Siempre que pienso en los modos de transporte actual me viene a la cabeza este aberrante proyecto que proponía funerales por correo neumático; los muertos serían conducidos directamente de la ciudad, a través de largas tuberías acondicionadas por aire comprimido, a sus respectivas tumbas.

El metro, actualmente, hace eso. Los aviones también. Porque la entidad del avión es ya la de una tumba vacía. Los viajes organizados del turismo masivo van transportándonos de la fábrica al hotel y del hotel a la fábrica, perdidos, flotantes, aislados, ni tan siquiera sonámbulos, viajando dentro de la nada como dentro de una línea de metro que se detiene un día ante zoológicos y playas artificiales, y otro día ante museos y hoteles de lujo. Y con el tiempo uno va comprendiendo que a lo largo de su vida lo único que ha construido ha sido un ridículo panteón de monumentos fotografiados.

Por desgracia el rumor de los aviones es ya el rumor de nuestra vida.
Vicente Gutiérrez

EL RAPTO

NUEVO NÚMERO
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Acaba de salir el nuevo número de nuestro periódico de inactualidad y contrainformación surrealista "El Rapto" Sus contenidos son estos: Eugenio Castro, Julio Monteverde, José Manuel Rojo, Emilio Santiago y Ángel Zapata: Lo que El Solitario esconde (elogio ponderado del contenido manifiesto de sus actos y exaltado del latente) * Los críticos crónicos: ¡Quema el dinero y baila! * Huérfanos Salvajes: Ciudadanos y ciudadanas de Móstoles, ¡¡¡a las armas!!! * ¡¿Crisis?! ¡¡Que la paguen lxs ricxs!! * Grupo surrealista de Madrid: Sobre las detenciones de Julian Coupat y sus camaradas de Tarnac * El devenir de una ilusión * Pablo Hernández: El cementerio de trenes de Salar de Yuri * Michael Löwy: Deus ex machina (resistencias a la mecanización de los cuerpos) * Miquel Amorós: Cuando el capitalismo se vuelve ecologista * El fetichismo de la mercancía demostrado por la ciencia * Noé Ortega: "La mañana del lunes 26 de mayo..." * Julio Monteverde: La utopía para nosotros (a propósito del libro "El incendio milenarista") * Retrato de la ideología adolescente * Lurdes Martínez: El cementerio muerto * Vicente Gutiérrez: Aviones de British Airways vuelan sin pasajeros por errores de horarios * Javier Gálvez: Reduzca su velocidad, exceso de visibilidad * Aún hay otra historia...

lunes, 8 de diciembre de 2008

COLUMNA 32

COLUMNA 32
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Hace dos semanas que me publicaron en "El Mundo Hoy en Cantabria" esta columna. Fue un sábado. Si alguien compró el periódico y lo conserva me gustaría tener una copia.
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Soplar
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Siempre me he preguntado qué es eso de entrar en la madurez, cuándo se llega a eso que llaman madurez, vamos. Claro que habría que tener claro que se entiende por madurez. ¿Hablamos de madurez interior? ¿Madurez hormonal? ¿Espiritual? ¿A qué nos referimos con eso de ser ya maduro o ser aún un inmaduro? Tengo 31 años y creo que, en mi caso, ese momento ya ha llegado. El de la madurez quiero decir. Y me he dado cuenta de la forma más simple y desalentadora. Me explico.
El otro día conducía por la autovía cuando me paró la guardia civil. Se trataba de un control rutinario de alcoholemia, algo razonable ya que mi coche puede pasar por el de un veinteañero que regresa de la discoteca. Cuando llegó mi turno bajé la ventanilla, el agente me miró fijamente, echó un vistazo al interior de mi coche y me dijo con un sutil movimiento de cabeza y cierto desdén: “Sigue”. Me indigné. ¿Cómo que “sigue”? ¿A qué viene eso? ¿Es que ya no puedo ser sospechoso de divertirme arriesgándome a conducir con una copa de más? ¿Sólo pueden serlo los veinteañeros? ¿Es que los agentes ya no ven en mí al joven malvado que podría ser aún?
El caso es que tras subir la ventanilla y arrancar el coche, me dije: “Ya está, ya he entrado en la madurez, ¡hala!” y seguí mi camino, agónico, mustio y compungido. Al margen de si aquella noche bebí o no más de lo permitido -eso es cosa mía- debo reconocer que afloró en mí algo así como un malestar de tipo existencial. A pesar de que pueda parecer un hecho insignificante no dejé de darle vueltas a lo sucedido durante días.
A nadie le gusta que le hagan controles pero el que te hagan soplar o te registren, de alguna forma, te insufla ánimos quijotescos, te hace sentir más joven y canalla. Y si por el contrario te dejan ir sin más es como si pasaras a ser ya otra cosa. Cuento esta anécdota porque creo que muchos hombres podríamos resumir así nuestro paso a la madurez. Es curioso, uno se pasa la vida evitando controles de alcoholemia hasta que llega el momento en que desea que se los hagan.
Decía Francisco Umbral que “Toda juventud necesita una épica”. Eso que llaman madurez tal vez llega cuando nos arrebatan toda épica posible, todo proyecto de vida trepidante y violenta. O tal vez cuando perdemos el derecho a ser aparentemente irresponsables.
De todos modos si algún agente de tráfico lee esto y me reconoce en un control, por favor, hágame soplar. Se lo suplico.

sábado, 6 de diciembre de 2008

lunes, 24 de noviembre de 2008

PELÍCULA

EL REGRESO
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"El regreso" ("Vozvraschenie", Rusia/2003, color; hablada en ruso). Dirección: Andrey Zvyagintsev. Con Ivan Dobronravov, Vladimir Garin, Konstantin Lavronenko. Fotografía: Mikhail Kritchman. Música: Andrey Dergatchev. Edición: Vladimir Mogilevsky. Presentada por Distribution Company. Duración: 105 minutos.
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Películas como esta son las que me hacen creer en el cine, porque eso es lo que uno encuentra en "El Regreso": cine en estado puro. Digo "estado puro" en el sentido de que en ella las imágenes cobran entidad propia y dejan de ser una herramienta de representación de una historia para erigirse como verdaderas protagonistas, como propuestas estética autónomas, aunque imbricadas en un cuento de miedo misterioso, lleno de pérdidas y hallazgos. Pura poesía visual y pura narración fílmica pues.
En cuanto a la historia, se trata de los conflictos surgidos, durante un breve viaje, en la relación entre un padre que retorna tras una larga ausencia y sus dos hijos, que casualmente se encuentran en plena adolescencia. Los secretos con los que regresa el padre potencian la intriga y nos hacen ir adentrándonos en una historia cada vez más trágica y llena de contradicciones. "El regreso" admite muchas interpretaciones, claro está, pero transporta a todos los espectadores por igual, a través de un desconcertante viaje interior, a un territorio sublime y tremendamente evocador. Todo esto sumado: la forma y el contenido del film, activa opciones emotivas profundas y universales.
Evidentes son las influencias de Tarkovski (hay varios guiños al "El espejo" y "La infancia de Iván") o de Antonioni (en los amplios espacios despoblados). Os la recomiendo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

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SERGE GAINSBOURG
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Con relación a la reciente y gloriosa quema de billetes realizada por amigos surrealistas...
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lunes, 17 de noviembre de 2008

ACCIÓN

ACCIÓN
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Subo aquí el panfleto repartido por unos amigos en Madrid sobre la gloriosa acción de quemar dinero.
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¡Quema el dinero y baila!
Ahora nos dicen que hay crisis y nos mienten, tanto como cuando anunciaban la prosperidad de las vacas mutantes engordadas con trangénicos y química y plástico. Porque la recesión y la expansión son una farsa, los dos movimientos de avance y retroceso de la misma ola de servilismo, explotación y miedo que te voltea y te ahoga a ti, a mí, a nosotros, esclavos del salario que vivimos una crisis eterna ya que vivir es pagar por cada acto que se realiza y por cada sueño que se alienta, y ay del que se atreva a actuar y a desear fuera y contra el mercado.
Ahora nos dirán que la crisis tiene una causa concreta y razonable, que sólo ha fallado una pieza del sistema, que la avaricia es mala consejera y que errar es humano, pero no importa porque ha llegado el Rey Mago Baltasar con su saco repleto de promesas para refundar el capitalismo y repintar las baldosas que llevan a la Ciudad Esmeralda, pues Oz y su espectáculo deben continuar, y esto es entretenimiento. Y nos seguirán mintiendo, porque el capitalismo no tiene cura: es la crisis que se reproduce a sí misma arrasando hombres, mujeres, culturas y tierras, hasta la consunción definitiva del planeta.
Por eso es necesario destruir de una vez para siempre esa recesión y esa prosperidad y esa economía que tanto preocupan a algunos. Por eso quemamos el dinero, tótem y tabú, corazón y sangre, abstracción y realidad máximas del capitalismo: para acelerar la crisis destruyendo la riqueza de sus naciones, para que la recesión receda hasta ahogarse en su propio vómito financiero, para que se diluya la economía y resurja la vida. Porque el dinero que tanto se adora es tan falso como todo lo demás, humo pestilente que tendremos que disipar hasta que se aclare el gran día.
Se dirá quizás que ese dinero no nos pertenece, que forma parte del producto interior bruto y de la renta nacional y del tesoro real, monstruosidades malditas que empañan lo que una vez fueron las relaciones humanas de producción comunitaria, de intercambio, de regalo y de don. Pero, ¿acaso no nos lo habíamos ganado con el sudor de la frente? ¿No era nuestro, a cambio del trabajo, del tiempo de vida que hemos malvendido? Entonces nos queremos permitir el lujo gozoso de destruirlo, lujo que sin embargo está al alcance de cualquier bolsillo porque tan sólo se trata de estar harto, y de atreverse. Y si nos damos el capricho gratuito de destruirlo es simplemente porque no hemos encontrado ninguna otra utilidad mejor o que valga más la pena, y todo lo que se pueda hacer con ese dinero, ahorrarlo e invertirlo para que crezca y se multiplique como si fuera un virus, o gastarlo para comprar basura de última generación, consumir distracciones insípidas, subir pensiones de risa, pagar hipotecas vampíricas, o financiar campañas para reivindicar reformas lamentables, son otras tantas excusas que nos atan a la economía a la vez que la refuerzan. Ha llegado el momento de cortar semejante cordón umbilical: negamos el capitalismo, y por lo tanto no queremos su dinero.
Por eso lo quemamos, quemando de paso el tren de la economía con los listones de papel que forman sus vagones, y toda su mercancía. Y nos despedimos recordando, por si hubiera alguna duda, que en el mundo que todavía llevamos en nuestros corazones existirá el baile, pero no el dinero.
¡Crisis! ¡Más crisis!
1929…1973…2008… ¡a la tercera será la vencida!
¡Quema el dinero y baila!

Los críticos crónicos

viernes, 14 de noviembre de 2008

VIDEO

COLUMNA 29

COLUMNA
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Sí, ya sé que Maruaja Torres escribió un artículo en esta línea... ¿y? El caso es que el pasado martes me publicaron esta columna en "El Mundo Hoy en Cantabria".
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Lngje sms
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Sta colmna sta scrita segn ls criterios + o - acptados x la mayria d usuarios, sobr todo adolscnts, del srvcio sms de tlfns mvles. Digo + o - xq de momnto no ay oficialidad acerca d est nuevo modo d scritura, xo todo yegará. Ya ay en la red diccionarios online q recogn ls térmnos abrviados + usados x ls usuarios de xats y sms. La editorial Plza y Jnés, x su part, editó 1 libro titulado “Mnsjs d txto” q recoge muxos términos. Y ace poco q lei en la prnsa q la RAE studia elaborar 1 tabla d abrviaturas xa ls sms.
El exo d economizar al max ls costes q implica la scritura en soportes caros viene d mu atrás, aunke parzca 1 fenomno dl sglo XXI. En ls papiros d la antgua grecia se scribia todo segido y en mayscula xa econmizar spacio. En Europa, durnte la Edad Mdia, se utilizaban ls pergaminos, q x desgracia eran mu costosos, de ai q se aprvexaran al max sus suprficies. Y ante la gran scasez de papiro y pergamino se tuvo q recurrir a divrsas strategias como la de lograr q entrará la mayor cantidad de texto en eyos, y sto se consiguió con la creación d lo k aora conocmos como minúsculas y tmb mdiante el empleo de abundants abrviaturas. Lo q ants ocurria sobre pieles de cabra aora ocurre sbre diminutos microxips. Si antgmente ls monjes medievales sustituian el “que” x “Q”, oy en dia los adolscntes sustituyen “gracias” x “grax”, “Te quiero mucho” x “Tkm”, “que te pasa” x “Ktepsa” o ”besos” x “:-x”.
Sta nueva gramática me rkrda a ls criterios prpstos x Jesús Mosterín xa la refrma ortogrfica dl casteyano en 1 libro k apnas dspertó el intrés d la comundad filológica. Kizá lo q no consiguió él lo consiga aora la tlfnia movl. El caso dl lngje q se usa xa ls sms a reavivado al mnos el debate sbr la corrcta ortgrfia a pesar d reducirlo a 1 mero spctaculo mediatico. Y x desgracia nadie sabe acia dnd ns dirigimos. Mntras prsnciamos la transfrmción invitable d las palabras, x parte sobr todo d ls adolscntes kuya situación económica ls obliga a comprimirlas en sus sms, aki keda sta columna experimntal como 1 divrtido e inofnsivo juego. Hsta q yege la oficialidad juguems a invntar abrviaturas.
Durante la redacción d sta colmna me e dado cuenta de q no e stado tan ajustdo con el spacio como suele sucedrme qando las scribo en casteyano correcto, ya k como muxo puedn tener 2400 caractrs y eso limita muxo.
kizá a partir de aora comience a utilizar ste nuevo lengje.
Muxsbs a tdos.

jueves, 13 de noviembre de 2008

SERIE: EL CORRECTOR DE WORD 4

EL CORRECTOR DE WORD
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En Word, si escribes la palabra canalla, te la subraya como incorrecta, tanto con y como con ll.

martes, 11 de noviembre de 2008

TRADUCCIÓN

MEDITACIÓN EN LAGUNITAS

Todas las ideas nuevas tratan de la pérdida.
En eso se asemejan a las antiguas ideas.
La idea, por ejemplo, de que cada particular borra
la luminosa claridad de una idea general. De que el pájaro
carpintero con cara de payaso que sondeando el fallecido tronco esculpido
de un abedul negro es, por su presencia,
una especie de trágica caída desde un primer mundo
de luz indivisa. O la otra idea de que,
ya que no hay en este mundo nada
a lo cual corresponda el zarzal de la zarzamora,
una palabra es una elegía a lo que significa.
Hemos estado hablando de eso hasta tarde la pasada noche, y en la voz
de mi amigo había un delgado hilo de pena, un tono
casi quejumbroso. Al rato entendí que,
hablando de este modo, todo se disuelve: la justicia,
el pino, el cabello, la mujer, tú y yo. Hubo una mujer
a la que hice el amor, y recordé cómo, sosteniendo
algunas veces sus pequeños hombros entre mis manos,
sentía un violento asombro ante su presencia,
como una sed de sal por el río de mi infancia
con sus islas de sauces, música estúpida del bote de recreo,
barriales donde atrapábamos al pececito naranja-plata
llamado semilla de calabaza. No tenía nada que ver con ella.
Añoranza, decimos, porque el deseo está lleno
de interminables distancias. Yo debí haber sido lo mismo para ella.
Pero me acuerdo de mucho, de cómo sus manos desmatelaban el pan,
lo que su padre le dijo que la lastimó, lo que
ella soñaba. Hay momentos cuando el cuerpo es tan numinoso
como las palabras, los días que son la piel bondadosa que prosigue.
Tanta ternura, esas tardes y noches,
diciendo, zarzamora, zarzamora, zarzamora.
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Robert Hass
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Traducción Vicente Gutiérrez

miércoles, 29 de octubre de 2008

COLUMNA

COLUMNA 29
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El lunes pasado me publicaron esta columna: más magia cotidiana, más realidad.
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Un papel
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El otro día me sucedió algo singular: paseaba por la calle cuando, de repente, reparé en un papel que había tirado en el suelo y que tenía algo escrito. Como suelo hacer en estas situaciones me agaché de inmediato a recogerlo. Lo guardé en el bolsillo, como si de un billete de 50 euros se tratara y me lo llevé a casa, ansioso de leer su contenido. Un papel encontrado siempre tiene algo de regalo y de sorpresa. Al menos para mí.
Una vez en mi casa me dispuse a analizarlo; se trataba de la página de una agenda ya que en el encabezado se leía "Enero 1" y al lado "2007" escrito con bolígrafo azul. Más abajo había unas palabras tachadas e ininteligibles, y un poco más abajo habían escrito estos ruegos: “-Vivir con Ali en la casa nueva y arreglarla a nuestro gusto. -Jubilarme y cobrar bastante. -No tener problemas de salud”, aunque tal vez sea “de identidad” ya que esa zona estaba doblada y se leía mal la palabra. Un dato más a tener en cuenta: el papel olía a vino.
Era evidente que alguien había realizado una lista de peticiones al nuevo año. La duda es si ese papel fue perdido o si el dueño, tal vez defraudado por no ver cumplidas sus peticiones, lo tiró adrede al suelo. De todos modos me hizo más ilusión encontrarme ese papel que un billete. Lo digo en serio. Es más, les animo a que reparen en esos objetos que hay por los suelos de las ciudades; ya sea en bares, bibliotecas, museos o transportes públicos. Ahí hay algo que escapa a toda manipulación y a toda manufactura artística. Se podría elaborar al respecto una exhaustiva poética acerca de la recogida furtiva de objetos perdidos; también se podría desarrollar como contrapartida una incesante actividad de abandono de objetos en lugares públicos e intervenir así en la trama social, como bien hicieran los surrealistas. Existen incluso publicaciones que recuperan el abandono, como Dirty Found o la célebre Found Magazine; en el editorial de ésta informan que buscan por todo el mundo “cartas de amor y de cumpleaños, deberes de críos, listas de quehaceres, tickets de transporte, poemas en servilletas y todo aquello que nos haga asomarnos a otras vidas” Lo interesante es que admiten colaboraciones, de modo que pueden enviarles sus hallazgos, aunque también pueden publicarlos ustedes mismos; en un blog, en fotocopias o cómo sea.
En esos papeles hay más vida que en cualquier obra de arte museística. Y más autenticidad.

viernes, 24 de octubre de 2008

DISCO

KEITH JARRET
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Artist: Keith Jarrett Title: Tokyo Solo DVD Release Date: June 6, 2006 Orig Year: 2002 Studio: Ecm Records Genre: Classical, Jazz
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Es cierto que muchos de los seguidores de Keith Jarret no prefieren al Keith Jarret solista. No es mi caso. Precisamente, lo que más admiro de él es el cómo investiga en las melodías en la soledad. Aunque también admiro, por supuesto, su capacidad para improvisar y para adentrarse en los límites del jazz y de la música clásica. Esta grabación es un buen ejemplo de ello. Me acabo de comprar el DVD original. Este video, dirigido por el realizador Kaname Kawachi, fue grabado en el "Metropolitan Festival Hall de Tokio” y pertenece a la gira que hizo por Japón en el año 2002. Su sonido es exquisito. En él Keith Jarret reinterpreta y reescribe su célebre disco "Radiance" y alterna estilos decimonónicos de mediados del siglo XX con temas clásicos de jazz en clave acústica. Además contiene más de una hora de material inédito junto a tres versiones.
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En las largas dos primeras partes abunda la disonancia, la fragmentación y el juego. La Parte 1a, es puramente clásica. La Parte 1b se parece a una sonata de Beethoven. La Parte 2a se asemeja a cualquier estudio de Maurice Ravel, y la Parte 2b, es para mí lo mejor del concierto, sin duda, aunque la 2d no deja indiferente a nadie. Como colofón se incluyen tres bises, entre ellos el himno tradicional Irlandés “Danny Boy” y dos estándar de jazz “Old Man River” y “Don’t Worry ‘Bout Me”. Disfrutad de él.
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martes, 21 de octubre de 2008

BLOG

soy extraña y pacífica,
como un cuaderno de (suaves)
tapas verdes que se ata
con un fino cordel
s
firmado: u
s
Visitad http://uminuscula.blogspot.com/, en mayúscula...

lunes, 20 de octubre de 2008

PAPEL ENCONTRADO

ENERO 1, 2007
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Hoy mismo de la que regresaba del gimnasio me he encotrado este maravilloso papel. Ha sucedido en mi barrio, en la calle Fernando de los Ríos. Se trata sin duda del trozo de una hoja arrancada de una agenda, ya que arriba de todo se lee "Enero 1" y "2007" escrito a boli azul. Más abajo hay algo tachado, ininteligible, y más abajo han escrito estas frases, que bien parecen ruegos o peticiones para el nuevo año:
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-Vivir con Ali en la casa nueva y arreglarla a nuestro gusto.
-Jubilarme y cobrar bastante.
-No tener problemas de salud (N. de T.: aunque puede que ponga de identidad)
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Otro dato: huele a vino.

TRADUCCIÓN 2

CANCIÓN
s
Lo que cogía en mi mano
crecía en peso. Debes
entender que
no fue nada obsceno.
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Llega la noche. Dormimos.
Entonces si lo sabes
dilo.
No finjas.
_
Las apariencias son
eso que visten nuestros enemigos. Tú
y yo vivimos
orando.
_
Desvalido. Desvalido,
debería hablar.
Podrías tú.
Qué piensas acerca de mí.
_
Ninguna mujer fue alguna vez,
fue más sabia
que tú. Ninguna es
más verdadera.
_
Pero el destino, el amor, el destino
me asusta. Lo que
cogía en mi mano
crecía en peso.
_
Robert Creeley.
s
Traducción de Vicente Gutiérrez
.

sábado, 18 de octubre de 2008

COLUMNA 28

COLUMNA 28
d
No sé si habéis ido de marcha estos últimos fines de semana por la Plaza de Cañadío. De ser así, habréis visto que la nueva normativa del Ayuntamiento permite beber solamente en la mitad de la plaza; la que va desde las farolas hasta los bares. El motivo es para no molestar a los vecinos, algo absurdo ya que el hecho de desplazar unos escasos metros el lugar en el que se congrega la gente no afecta a la intensidad del sonido que llega a las ventanas de las viviendas, creo. El caso es que hice esta columna al respecto:
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Líneas
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Líneas de separación, todo está lleno de líneas de separación: los bancos, los supermercados, los museos y los mapas del mundo. Algunas son necesarias e infranqueables, otras innecesarias y absurdamente impuestas desde arriba y las hay sencillamente llamativas, que están ahí, sin más.
Este verano pude verlas en la playa de Liencres; habían clavado dos banderas en la orilla del mar, separadas entre sí por unos 50 metros. Intuí que delimitaban algo. Me llamó la atención el hecho de que todos los bañistas se concentraran en una zona concreta, como un rebaño. Sorprendía contemplar por un lado la inmensidad del mar y por otro a todos aquellos bañistas congregados en un espacio tan reducido. Lo entendí cuando, al adentrarme en el mar, escuché unos pitidos que iban creciendo en intensidad. Miré hacia la orilla: un socorrista soplaba un silbato ensordecedor y me señalaba. Hacía gestos. Me estaba ordenando que me dirigiera hacia la zona en la que se concentraba la gente. Entonces lo comprendí: los bañistas sólo podían nadar entre las líneas que demarcaban aquellas banderas. Eran líneas imaginarias en medio del mar, de la inmensidad del mar.
El sábado pasado vi más líneas imaginarias; era de noche y me encontraba con varios amigos tomando unas copas en la Plaza de Cañadío. Habíamos salido a la calle para beberlas. No tardaron en venir hacia nosotros tres policías. Nos dijeron, amablemente, que sólo estaba permitido beber en las cercanías de las terrazas de los bares; señalaron una línea imaginaria, que coincidía justamente con los baldosines bermejos que resaltaban de los blancos. Nos dijeron: “De acá para allá –señalando hacia los bares- se puede beber, y de acá para allá –señalando en sentido contrario- no se puede” La situación era aberrantemente cómica; la plaza estaba dividida en dos zonas bien diferenciadas: una totalmente vacía y otra llena de gente que se acumulaba desde las puertas de los bares hasta esa línea-pared imaginaria, contra la que algunos se aplastaban como mimos. En ninguna otra ciudad del mundo he visto algo así. Lo juro. Uno de mis amigos le dijo a uno de los policías: “Pero en verano, cuando vienen los turistas, sí que se puede beber en toda la plaza….” Hubo unos instantes de silencio. ”Es que la ley no es igual para todos” le respondió muy seriamente, el policía.
Son sólo eso: líneas de separación, imaginarias y absurdas, que llaman la atención
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jueves, 16 de octubre de 2008

SERIE: EL CORRECTOR DE WORD 3

EL CORRECTOR DE WORD
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En Word, si escribes la palabra Sartre te lo cambia por Sastre, como era de esperar. La verdad que pensar en Sartre como un sastre filosófico resulta muy poético y evocador.

miércoles, 15 de octubre de 2008

LIBRO

THE EXTERIORITY CRISIS
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Con el sugerente título "The Exteriority Crisis: from the city limits and beyond", Eric Bragg acaba de editar desde Berkeley, California y en la editorial Oyster Moon Press, un interesante libro que recoge experiencias de diversos surrealistas internacionales: Miguel P. Corrales, José Manuel Rojo, Bruno Jacobs, Guy Girard, Manuel Crespo, Eric Bragg, Ángel Zapata, Noé Ortega, Julio Monteverde, Vicente Gutiérrez, Silvia Guiard y Eugenio Castro. Algunos de los cuáles pertenecemos al Grupo surrealista de Madrid. La introducción corre a cargo de Eric Bragg, Eugenio Castro y Bruno Jacobs. Los textos incluidos tratan sobre experiencias con la exterioridad; paisajes naturales, lugares emblemáticos y libres, arqueología industrial... Se recogen a modo de muestra algunas fotos (no artísticas) que documentan estas experiencias.
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La verdad que es un placer estar incluido en esta publicación, no sólo por el cariño y la afinidad que siento hacia todos los demás, sino también por abordar de forma colectiva un tema tan de vital importancia para mí como es el de lo exterior. En el caso del texto que se me publica puedo decir que ha sido el fruto de un ejercicio interesante de plasmar en palabras (no en literatura) cómo es mi relación con ese misterio que hay más allá de mí mismo y que bien pudiera identificarse con la otredad. Ha sido un buen ejercicio digo, porque es algo que siempre se me ha pasado por la cabeza y he tenido muy en cuenta en mi cotidianidad pero que nunca me había parado a describir con palabras; nunca hasta entonces me había propuesto describir esos estados de ánimo, esos procesos psíquicos desencadenados en estos enfrentamientos con el exterior.

jueves, 9 de octubre de 2008

COLUMNA 27

COLUMNA 27
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Hoy, ésta:
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Mis vecinos
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Los vecinos, cómo envejecen los vecinos, aquellos vecinos ancestrales que me han acompañado eternidades en el ascensor, en la cola de la droguería de mi barrio o en el portal, esperándome para que no se me cerrase la puerta... Son mis vecinos; los cuido, los saludo y los ordeno como libros que tienen siempre historias que contar. Las parejas sentimentales aparecen y desaparecen: los vecinos no. Siempre están ahí.
Confieso que de algunos no sé el nombre. Pero sé, sin querer saberlo, dónde está cada uno lo mismo que ellos saben donde me encuentro en cada momento, porque el paso de la vida es un irse convirtiendo en entomólogo de vecinos. Los hay lentos y callados; los hay alegres y conversadores que siempre aprovechan el viaje del ascensor para informarte de lo bueno o de lo malo que hace. Puedo encontrarme en el ascensor con uno de ellos, saludarlo, mirarlo a los ojos y saberlo todo de él. Qué haría yo sin ellos, sin ese entramado grácil de situaciones que construyen cada día.
Uno no valora como debiera a toda esa marea silenciosa de los vecinos: su ausencia en la noche; su olor paradójicamente familiar; ese efluvio de confianza que rodea y merodea la vida. Cuando los tengo tan próximos en el ascensor, se distribuye su olor, su química y su templanza por todo mi cuerpo. Me impregno de ellos. Y basta un breve e insignificante comentario para que yo aprenda más con ellos de la vida, del mundo, que en todos los libros de Nietzsche y Kant juntos.
Y cómo se adensa el ascensor cuando entran a él contigo; son la tripulación efímera de un viaje fugaz que se repite a diario. He descubierto que el eterno retorno no es más que eso: un ir coincidiendo con vecinos. Cuando el ascensor se convierte en esa embarcación ¿adónde va? ¿Hacia dónde nos dirigimos con ellos? Bajel de la cotidianidad, nave mágica, buque alto y fresco en donde las bolsas de la compra se entrechocan y aplastan, en donde se adensa la vida como un fruto y en donde pareciera que fuera a suceder algo imprevisible.
Sí. Mis vecinos: la hija de la Pili, Juanín, la Lines o ”la del cuarto izquierda”; qué catarsis lingüística, qué misterio insondable el que germina al decir: “la del cuarto izquierda”…
Uno, en el fondo, no quiere escapar a sus vecinos. Los que vivimos en un bloque hemos tenido la suerte de tenerlos. Además, siempre se es vecino de alguien; de uno mismo o de otros, qué mas da.
Se es vecino, siempre.

miércoles, 8 de octubre de 2008

martes, 7 de octubre de 2008

COLUMNA

COLUMNA 26
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Hace unas semana que me publicaron esta columna. No pude adquirir el ejemplar en cuestión, pero el otro día me pude hacer de él. Se trata de un texto que había acumulado en mi mente durante meses, masticándolo. Trata sobre el corrector automático de Word, que como todos sabéis, te cambia unas palabras -correcta o incorrectamente escritas- por otras sin avisar, creando situaciones lingüísticas peculiares.
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El corrector de Word
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¿Alguna vez les ha ocurrido que, escribiendo en el procesador de textos Microsoft Word, de pronto y sin avisar, una palabra no reconocida se les cambia por otra? El corrector de Word es así: imprevisible. Nunca sabes cuándo va a saltar sobre tus palabras para subrayarlas o sustituirlas por otras. Es cierto que muchas veces el corrector acierta y te añade una tilde olvidada, corrige una falta ortográfica concreta o te avisa de que escribiste mal un nombre propio. Pero en muchas otras ocasiones la corrección se hace sobre palabras que tú querías poner así, mal adrede o que simplemente no reconoce como tales, de modo que el programa se empeña en rescribírtelas. Es divertido, sobre todo cuando la nueva palabra, en su conjunto, aporta un sentido disparatado a la nueva frase. Sé que esa función se puede desactivar pero uno termina asumiéndolo como un juego y prefiere no hacerlo.
Algunos ejemplos llamativos son estos: si escribes la palabra “Oscarizada”, te la cambia por la palabra “Escarizada”; lo gracioso de este caso fue que me sucedió cuando escribía un texto sobre Nicole Kidman y sus operaciones estéticas. En un momento determinado, al poner “la oscarizada Nicole Kidman”, el corrector me lo transformó en: “la escarizada Nicole Kidman”. Busqué en el diccionario el significado de “escarizada” y encontré: “Escarizada: escarizar. 1. tr. Med. Quitar la escara que se cría alrededor de las llagas, para que queden limpias y encarnen bien” Me hizo gracia el hecho de que una actriz tan operada como Nicole, además de “oscarizada”, esté también “escarizada”. Algo parecido me ocurrió redactando la frase: “En la práctica, los cuartiles no tienen mucha utilidad” cuando el corrector alteró el tecnicismo matemático “cuartiles” para poner: “En la práctica, los cuarteles no suelen tener mucha utilidad.” Otra curiosa transformación es la que hace cuando escribes: "la Proyección de Peters", que convierte en: "La Proyección de Meter" Llegas incluso a pensar en la posibilidad de que el Word haya desarrollado inteligencia propia.
De ese modo uno va descubriendo nuevas transformaciones: la palabra "Amenabar" la sustituye por "Amenazar"; "Bisbal" por "bisela"; “Freud” asombrosamente por “Freíd” –seguro que existe alguna rigurosa explicación psicoanalítica al respecto– y "surreal" –ésta quizá sea la transformación más propiamente surrealista– por "zúrrela".
Hagan la prueba. Tiene su gracia.

sábado, 4 de octubre de 2008

COLUMNA BLANCA 3

PEDAZO DE HIJOS DE PUTA
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Leo indignado: "La Cámara de Representantes de EEUU aprueba el plan de rescate". Ahora resulta que los maravillosos EEUU recurren a técnicas intervencionistas más propias de la política prosoviética que otra cosa. Leo: "El Congreso de Estados Unidos aprobó el viernes un plan de rescate de 700.000 millones de dólares para salvar a los bancos, en medio de la presión mundial para que se hagan esfuerzos para evitar que la crisis financiera se salga de control" ¿Pero qué cojones pasa aquí? ¿Desde cuando los EEUU ven en políticas comunistas virtudes? ¿No se trataba de ser liberal, de la puta oferta y la demanda de los cojones?
Si un banco quiebra, que se joda. Si una empresa fracasa, a tomar pol culo y punto. ¿No se trataba de eso? Al votar la mayoría a partidos liberales como PP o PSOE o IU ¿No están apoyando a ese tipo de economía de mercado? ¿Por qué el dinero de todos debe usarse para corregir y parchear lo que es algo inherente del sistema capitalista? Es decir: al que gane dinero estupendo y al que pierda que le follen. Eso nos pasa por confiar en semejantes criminales. Cuando todo va bien el dinero para cuatro y cuando las cosas van mal nos meten la mano en el bolsillo a los currantes. Esto sí que es terrorismo, me cago en Dios.
Leo que el presidente francés, Nicolas Sarkozy defenderá en la minicumbre europea de hoy que «la única salida de la crisis es colectiva» y propondrá al resto de la UE dar seguridad a sus sistemas bancarios, descongelar el crédito y coordinar su estrategia económica y monetaria. Sarkozy señaló que se trata de corregir «un sistema que se ha vuelto irresponsable». Parece ser que este pedazo de cabrón, ahora le da por recurrir a la solidaridad y el colectivismo... con todo lo que ha criticado el Mayo del 68.
Pero por muchos parches que le pongan el sistema actual conlleva en sí mismo su propia autodestrucción. Al parecer los 400 estadounidenses más ricos – de verdad, son sólo cuatrocientos – poseen MÁS que los 150 millones de estadounidenses de más abajo en su conjunto. Y la cosa va a más: menos ricos más ricos y más pobres más pobres. Nos encaminamos hacia una situación insostenible. Es evidente.
Y ya sabéis cómo solucionan estos problemas los de arriba: con más guerras. La de Afganistán y la de Irak es sólo el comienzo. Políticos y banqueros, os digo: sois una jodida pandilla de mafiosos. Vosotros sois los verdaderos terroristas.
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Recomiendo este artçículo de Michael Moore:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=73688&titular=cómo-arreglar-el-lío-en-wall-street-

miércoles, 1 de octubre de 2008

COLUMNA 25

COLUMNA
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Hoy me publican esta columna en "El Mundo Hoy en Cantabria".
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Telebasura
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¿Pero qué demonios son todos esos programas del corazón, pseudodebates del famoseo, concursos amañados y demás morralla? ¿Qué está pasando aquí? ¿Por quién nos quieren tomar con tanta teletienda y tanto debate guionizado en el que siempre salen las mismas caras, los mismos lameséquitos de siempre? ¿Y qué pasa con los telediarios? ¿Es aceptable que resuman la actualidad de todo el planeta tan sólo en ocho o nueve noticias?
Os lo diré. Es lo de siempre: el pan y circo de toda la vida, el aborregamiento llevado hasta sus más insospechadas consecuencias, la vieja historia de atontar al personal para que no nos preocupemos de los verdaderos problemas, ni de nuestras propias vidas.
Se dice que estos programas existen porque la gente los ve. Antes tenía mis dudas pero ahora estoy convencido más bien de lo contrario: la gente los ve porque éstos existen. Si a las seis de la tarde emitiesen programas sobre ciencia, arquitectura o literatura universal, al día siguiente se hablaría de ello en el super y en las peluquerías, lo mismo que ahora se habla de Paquirrín y de la nariz de princesa Leticia. No somos tan tontos como nos quieren hacer creer.
Y que no me venga nadie con la milonga de las audiencias. ¿Saben cómo funciona semejante farsa? ¿Sabían que la empresa TNSofres A.M. dispone tan sólo de unos 3300 audímetros operativos en toda España? ¿Sabían que lo que registran esos aparatos se infiere al resto de los 45 millones de españoles, de modo que los datos archivados en cada uno de ellos se aplica a 13.616 personas? ¿Es lógico que una persona pueda otorgar 13.600 espectadores a una cadena? ¿Qué clase de estudio estadístico es ese? ¿A quién quieren engañar?
Un cubano recién llegado a España me ha dicho, tras haber visualizado los programas emitidos en las diferentes cadenas televisivas: “¿Pero para eso quieren la libertad de expresión aquí?” Habría que rebelarse contra todo esto: no seguirles el juego, plantar cara y declarar la guerra abierta a este -omnipresente ya- imperio de la estupidez. Cueste lo que cueste.
Por fortuna el mando a distancia incluye una tecla maravillosa que es la que nos permite apagarla. A ver qué idean los de las altas esferas cuando cada uno sea capaz de diseñarse en Internet la televisión que desea ver, evitando los cauces preestablecidos y la insidiosa publicidad o mejor: crear su propia televisión.
A ver qué idean éstos, cuando todo esto ocurra.

lunes, 29 de septiembre de 2008

DISCO

MISHA ALPERIN: NORTH STORY
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Este disco es una absoluta delicia. Estos días he adquirido el disco original. Lo he comprado. Y no me duele en prendas afirmar que hacía meses que no compraba nada original. Se trata de "North Story" de Misha Alperin. Nacido en Ukrania, es un pianista de jazz minimalista residente en Oslo. Antes de trasladarse a Noruega estudió piano clásico en Moscú. Es un músico que mezcla elementos de la música tradicional de su tierra natal con elementos de jazz y música clásica, creando así una interesante síntesis única de influencias. En 1995 presentó este disco: "North Story" a través del sello ECM, para el cual formó equipo con Arkady Shilkloper (fliscorno y trompa), Tore Brunborg (sax tenor), Terje Gewelt (bajo) y Jon Christensen (batería). En "North Story" se fusionan simpáticos sonidos nórdicos, eslavos y de jazz con melodías originales de Misha Alperin. Ya me había descargado sus otros tres discos por la mula, y me enamoró. El mejor de ellos es, desde mi punto de vista, el disco llamado "At home" dedicado a la memoria de su difunto padre, y grabado en su propia casa en una madrugada de improvisación y búsqueda. Compradlo, descargarlo o que alguien os lo deje. Es todo un VIAJE. Tumbaros o sentaros en posición de loto y dejaros llevar.
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En http://www.millisong.com/ podéis oirlo online.
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Coloco aquí un vídeo de Misha Alperin con su colega Mikhail Rudy. Juzgad el diálogo de sendos: Double dream.
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sábado, 27 de septiembre de 2008

jueves, 25 de septiembre de 2008

TEXTO

¿Cómo Hacer?
Don’t know what I want but I know how to get it.
Sex Pistols, Anarchy in the Uk.


I

Veinte años. Veinte años de contra-revolución. De contra-revolución preventiva.
En Italia.Y fuera de Italia.
Veinte años de un sueño de alambre de espino, poblado de vigías. De un sueño de los cuerpos, impuesto por el toque de queda.
Veinte años. El pasado no pasa. Porque la guerra continúa. Se ramifica. Se prolonga. En una articulación mundial de dispositivos locales. En un calibrado inédito de las subjetividades. En una nueva paz de superficie.
Una paz armada
bien hecha para cubrir el desarrollo de una imperceptible
guerra civil.
Hace veinte años, era
el punk, el movimiento del 77, el área de la Autonomía,
los Indios metropolitanos y la guerrilla difusa.De un golpe surgía,
como salido de alguna región subterránea de la civilización,
todo un contra-mundo de subjetividades
que ya no querían consumir, que ya no querían producir,
que no querían ni siquiera ya ser subjetividades.
La revolución era molecular, la contra-revolución no lo fue menos.
SE dispuso ofensivamente,
después duraderamente,
toda una compleja máquina para neutralizar lo que era portador de intensidad. Una máquina para desactivar todo lo que podría explotar.
Todos los dividuos de riesgo,
los cuerpos indóciles,
las agregaciones humanas autónomas.
Luego fueron veinte años de estupidez, de vulgaridad, de aislamiento y de desolación.
¿ Cómo hacer ?
Alzarse. Alzar la cabeza. Por elección o por necesidad. Poco importa, en verdad, desde ahora.
Mirarse a los ojos y decir que volvemos a comenzar. Que todo el mundo lo sepa, lo más rápido posible.
Volvemos a comenzar.
Se acabó la resistencia pasiva, el exilio interior, el conflicto por sustracción, la supervivencia. Volvemos a comenzar. En veinte años, hemos tenido el tiempo de ver. Hemos comprendido. La demokracia para todos, la lucha ‘anti-terrorista’, las masacres de Estado, la reestructuración capitalista y su Gran Obra de depuración social,
por selección,
por precarización,
por normalización,
por ‘modernización’.
Hemos visto, hemos comprendido. Los métodos y los objetivos. El destino que SE nos reserva. El que SE nos rechaza. El estado de excepción. Las leyes que ponen a la policía, a la administración, a la magistratura por encima de las leyes. La judicialización, la psiquiatrización, la medicalización de todo lo que se sale del cuadro. De todo lo que huye.
Hemos visto. Hemos comprendido. Los métodos y los objetivos.
Cuando el poder establece en tiempo real su propia legitimidad,
cuando su violencia se vuelve preventiva
y su derecho es un ‘derecho de injerencia’,
entonces ya no sirve de nada tener razón. Tener razón contra él.
Hay que ser más fuerte, o más astuto. Es por esto
también
por lo que volvemos a comenzar.
Volver a comenzar no es nunca volver a comenzar algo. Ni retomar un asunto justo donde lo habíamos dejado. Lo que vuelve a comenzar es siempre otra cosa. Es siempre inaudito. Porque no es el pasado lo que nos empuja, sino precisamente lo que en él
no ha
advenido.
Y porque somos también nosotros mismos, entonces, quienes volvemos a comenzar.
Volver a comenzar quiere decir : salir de la suspensión. Reestablecer el contacto entre nuestros devenires.
Partir,
de nuevo,
desde donde estamos,
ahora.
Por ejemplo, hay golpes
que ya no SE nos darán.
El golpe de la 'sociedad'. A transformar. A destruir. A volver mejor.
El golpe del pacto social. Que algunos quebrarían mientras que los otros pueden fingir 'restaurarlo'.
Estos golpes, no SE nos darán más.
Hay que ser un elemento militante de la pequeño-burguesía planetaria,
un ciudadano verdaderamente
para no ver que ya no existe,
la sociedad.
Que ha implosionado. Que ya no es más que un argumento para el terror de los que dicen re/presentarla.
A ella que se ha ausentado.
Todo lo que es social se nos ha vuelto extranjero.
Nosotros nos consideramos absolutamente desligados de toda obligación, de toda prerrogativa, de toda pertenencia
social.
'La sociedad',
es el nombre que ha recibido a menudo lo Irreparable,
lo Inasumible.
Quien rechaza este cebo deberá dar
un paso de distancia.
Operar
un ligero desplazamiento
respecto de la común lógica del Imperio y de su contestación,
la de la movilización,
respecto de su común temporalidad,
la de la urgencia.
Volver a comenzar quiere decir: sumarse a la secesión social, a la opacidad, entrar
en desmovilización,
sustrayendo hoy a tal o tal red imperial de producción-consumo los
medios de vivir y de luchar para, en el momento elegido,
barrenarla.
Nosotros hablamos de una nueva guerra,
de una nueva guerra de partisanos. Sin frente ni uniforme, sin ejército ni batalla
decisiva.
Una guerra cuyos focos se despliegan a distancia de los flujos mercantes aunque conectados a ellos.
Hablamos de una guerra totalmente en latencia. Que tiene el tiempo.
De una guerra de posición.
Que se libra ahí donde estamos.
En el nombre de nadie.
En el nombre de la existencia misma,
que no tiene nombre.
Operar ese ligero desplazamiento.
Ya no temer a su tiempo.
"No temer a su tiempo es una cuestión de espacio".
En el squat. En la orgía. En la revuelta. En el tren o el pueblo ocupado. En la búsqueda, en medio de desconocidos de una free party inencontrable. Hago la experiencia de ese ligero desplazamiento. La experiencia
de mi desubjetivación. Yo devengo, me vuelvo
una singularidad cualquiera. Un juego se insinúa entre mi presencia y todo el aparato de cualidades que me están ordinariamente vinculadas.
En los ojos de un ser que, presente, quiere estimarme por lo que yo soy, saboreo la decepción, su decepción por ver que he devenido tan común, tan perfectamente accesible. En los gestos de otro, es una inesperada complicidad.
Todo lo que me aísla como sujeto, como cuerpo dotado de una configuración pública de atributos, siento que se derrite. Los cuerpos se deshilachan en su límite. En su límite, se indistinguen. Barrio tras barrio, lo cualquiera arruina la equivalencia. Y yo alcanzo
una desnudez nueva,
una desnudez impropia, como vestida de amor.
¿ Se evade uno alguna vez solo de la prisión del Yo ?
En el squat. En la orgía. En la revuelta. En el tren o el pueblo ocupado. Nos volvemos a encontrar.
Nos volvemos a encontrar
como singularidades cualquiera. Esto es
no sobre la base de una común pertenencia,
sino de una común presencia.
Es esto
nuestra necesidad de comunismo. La necesidad de espacios de noche, donde podamos reencontrarnos
más allá
de nuestros predicados.
Más allá de la tiranía del reconocimiento. Que impone el re/conocimiento como distancia final entre los cuerpos. Como ineluctable separación.
Todo lo que SE - el novio, la familia, el entorno, la empresa, el Estado, la opinión - me reconoce, es por ahí por donde SE cree que me tienen.
Por el recuerdo constante de lo que soy, de mis cualidades, SE querría abstraerme de cada situación. SE me querría exigir en toda circunstancia una fidelidad a mí mismo que es una fidelidad a mis predicados.
SE espera de mí que me comporte como hombre, empleado, parado, madre, militante o filósofo.
SE quiere contener entre los bordes de una identidad el curso imprevisible de mis devenires.
SE me quiere convertir a la religión de una coherencia que SE ha escogido para mí.
Más soy reconocida, más mis gestos se encuentran trabados, interiormente trabados. Heme aquí capturada por la malla ultra-ajustada del nuevo poder. En los redes impalpables de la nueva policía: LA POLICÍA IMPERIAL DE LAS CUALIDADES.
Hay toda una red de dispositivos en los que me hundo para 'integrarme', y que me incorporan esas cualidades.
Todo un pequeño sistema de fichaje, de identificación y de policiaje mutuos.
Toda una prescripción difusa de la ausencia.
Todo un aparato de control comporta/mental, que apunta al panoptismo, a la privatización transparencial, a la atomización.
Y en el cual yo forcejeo.
Necesito devenir anónima. Para estar presente.
Más soy anónimo, más estoy presente.
Necesito zonas de indistinción
para acceder a lo Común.
Para no reconocerme ya en mi nombre. Para no escuchar en mi nombre sino la voz que lo llama.
Para hacer consistir el cómo de los seres, no lo que son, sino cómo son lo que son. Su forma-de-vida.
Necesito zonas de opacidad en donde los atributos,
incluso criminales, incluso geniales,
ya no se separen de los cuerpos.
Devenir cualquiera. Devenir una singularidad cualquiera, no está dado.
Siempre posible, pero nunca dado.
Hay una política de la singularidad cualquiera.
Que consiste en arrancar al Imperio
las condiciones y los medios,
incluso intersticiales,
de experimentarse como tal.
Es una política, porque supone una capacidad de enfrentamiento,
y porque una nueva agregación humana
le corresponde.
Política de la singularidad cualquiera: liberar esos espacios en los que ningún acto ya es asignado a ningún cuerpo dado.
Donde los cuerpos reencuentran la aptitud al gesto que la sabia disposición de los dispositivos metropolitanos - ordenadores, automóviles, escuelas, cámaras, portátiles, gimnasios, hospitales, televisiones, cines, etc. - les había disimulado.
Reconociéndolos.
Inmovilizándolos.
Haciendo que giren en el vacío.
Haciendo existir la cabeza separadamente del cuerpo.
Política de la singularidad cualquiera.
Un devenir-cualquiera es más revolucionario que no importa qué ser-cualquiera.
Liberar los espacios nos libera cien veces más que no importa que 'espacio liberado'.
Más que de poner en acto un poder, gozo de la puesta en circulación de mi potencia.
La política de la singularidad cualquiera reside en la ofensiva. En las circunstancias, los momentos y los lugares en los que serán arrancados
las circunstancias, los momentos y los lugares
de un anonimato tal,
de una parada momentánea en estado de simplicidad,
de un anonimato tal,
la ocasión de extraer de todas nuestras formas la pura adecuación a una presencia,
la ocasión de estar y ser, al fin,
ahí.


II

¿ Cómo hacer ? No ¿ Qué hacer ? ¿ Cómo hacer ? La cuestión de los medios. No la de los fines, la de los objetivos,
de lo que hay que hacer, estratégicamente, en lo absoluto.
La cuestión de lo que podemos hacer, tácticamente, en situación,
y de la adquisición de esta potencia.
¿ Cómo hacer ? ¿ Cómo desertar ? ¿ Cómo funciona ? ¿ Cómo conjugar mis heridas y el comunismo ? ¿ Cómo permanecer en guerra sin perder la ternura ?
La cuestión es técnica. No un problema. Los problemas son rentables.
Alimentan a los expertos.
Una cuestión.
Técnica. Que se redobla en cuestión de las técnicas de transmisión de esas técnicas.
¿ Cómo hacer ? El resultado contradice siempre al fin. Porque plantear un fin
es todavía un medio,
otro medio.
¿ Qué hacer ? Babeuf, Tchernychevski, Lenin. La virilidad clásica reclama un analgésico, un espejismo, cualquier cosa. Un medio para ignorarse un poco. En tanto que presencia.
En tanto que forma-de-vida. En tanto que ser en situación, dotado de inclinaciones.
De inclinaciones determinadas.
¿ Qué hacer ? El voluntarismo como último nihilismo. Como nihilismo propio
a la virilidad clásica.
¿ Qué hacer ? La respuesta es simple : someterse una vez más a la lógica de la movilización, a la temporalidad de la urgencia. Bajo pretexto de rebelión. Plantear fines, palabras. Tender hacia su cumplimiento. Hacia el cumplimiento de las palabras. Mientras tanto, dejar la existencia para más tarde. Ponerse entre paréntesis. Alojarse en la excepción de sí. A distancia del tiempo. Que pase. Que no pase. Que se pare. Hasta... Hasta el próximo. Fin.
¿ Qué hacer ? Dicho de otra manera : vivir es inútil. Todo lo que no habéis vivido, la Historia os lo devolverá.
¿ Qué hacer ? Es el olvido de sí que se proyecta sobre el mundo.
Como olvido del mundo.
¿ Cómo hacer ? La cuestión del cómo. No de eso que un ser, un gesto, una cosa es, sino de cómo es eso que es. De cómo sus predicados se relacionan con él.
Y él con ellos.
Dejar ser. Dejar ser la abertura entre el sujeto y sus predicados. El abismo de la presencia. Un hombre no es ‘un hombre’. ‘Caballo blanco’ no es ‘caballo’.
La cuestión del cómo. La atención al cómo. La atención a la manera en que una
mujer es, y no es,
una mujer – hacen falta dispositivos para hacer de un ser de sexo femenino ‘una mujer’,
o de un hombre con la piel negra ‘un negro’.
La atención a la diferencia ética. Al elemento ético. A las irreductibilidades que le atraviesan. Lo que pasa entre los cuerpos en una ocupación es más interesante que la ocupación misma.
¿ Cómo hacer ? quiere decir que el enfrentamiento militar con el Imperio debe ser subordinado a la intensificación de las relaciones en el interior de nuestro partido. Que lo político no es más que cierto grado de intensidad en el seno del elemento ético. Que la guerra revolucionaria no debe ser ya confundida con su representación : el movimiento bruto del combate.
La cuestión del cómo. Volverse atento al haber-lugar de las cosas, de los seres. A su acontecimiento. A la obstinada y silenciosa prominencia de su temporalidad propia
bajo el aplastamiento planetario de todas las temporalidades
por la de la urgencia.
El ¿ qué hacer ? Cómo ignorancia programática de esto. Como fórmula inaugural
del desamor atareado.
El ¿ Qué hacer ? vuelve. Desde hace varios años. Desde mitad de los años 90, más que
desde Seattle. Un revival de la crítica hace como si se enfrentara al Imperio con slogans, las recetas de los años 60. Salvo que esta vez, se simula. Se simula la inocencia, la indignación, la buena consciencia y la necesidad de sociedad. Se vuelve a poner en circulación toda la vieja gama de los afectos social-demócratas. De los afectos cristianos.
Y de nuevo, las manifestaciones. Las manifestaciones mata-deseos. Donde no pasa nada.
Y que ya no manifiestan
sino la ausencia colectiva.
Hasta el fin.
Para los que tienen nostalgia de Woodstock, de la ganya, de mayo del 68 y del militantismo, están las contracumbres. SE ha reconstuido el decorado, falta lo posible.
He aquí lo que ordena el ¿ Que hacer ? hoy : ir a la otra parte del mundo a contestar
la mercancía global.
A la vuelta, está la foto en los diarios... ¡ Todos solos juntos !... Érase una vez...
¡ Qué juventud !
Lástima para esos cuantos cuerpos vivos perdidos allí, buscando en vano un espacio
para su deseo.
Vuelven un poco más fastidiados. Un poco más vaciados. Reducidos.
De contracumbre en contracumbre, acabarán al fin comprendiendo. O no.
No se contesta al Imperio por su gestión. No criticamos al Imperio.
Nos oponemos a sus fuerzas.
Ahí donde estemos.
Decir lo que a uno le parece tal o tal alternativa, ir allí donde SE nos llama, todo esto ya no tiene sentido. No hay proyecto global alternativo al proyecto global del Imperio. Pues no hay proyecto global del Imperio. Hay una gestión imperial. Toda gestión es mala. Los que reclaman otra sociedad harían mejor comenzando por ver que ya no quedan. Y tal vez cesarían entonces
de ser aprendices-gestores. Ciudadanos. Ciudadanos indignados.
El orden global no puede ser tomado por enemigo. Directamente.Pues el orden global no tiene lugar. Al contrario. Es más bien del orden de los no-lugares.
Su perfección no es la de ser global, sino la de ser globalmente local. El orden global es la conjuración de todo acontecimiento porque es la ocupación acabada, autoritaria, de lo local.
Uno no se opone al orden global sino localmente. Por la extensión de las zonas de sombra sobre los mapas del Imperio. Por su puesta en contacto progresiva.
Subterránea.
La política que viene. Política de la insurrección local contra la gestión global. De la presencia recobrada sobre la ausencia de sí. Sobre la extrañeza ciudadana, imperial.
Recobrada por el robo, el fraude, el crimen, la amistad, la enemistad, la conspiración.
Por la elaboración de modos de vida que sean también
modos de lucha.
Política del tener-lugar.
El Imperio no tiene lugar. Administra la ausencia haciendo planear por todas partes la amenaza palpable de la intervención policial. Quien busca en el Imperio un adversario al que medirse encontrará el aniquilamiento preventivo.
Ser percibido, desde aquí en adelante, es ser vencido.
Aprender a devenir indiscernibles. A confundirnos. Volver a degustar
el anonimato,
la promiscuidad.
Renunciar a la distinción,
Para desarticular la represión :
componer en el enfrentamiento las condiciones más favorables.
Volverse astutos. Devenir despiadados. Y para esto
devenir cualquiera.
¿ Cómo hacer ? es la cuestión de los niños perdidos. Aquéllos a los que no se ha dicho. Los que no son seguros en sus gestos. A los que nada ha sido dado. Cuya criaturalidad no deja de traicionarse.
La revuelta que viene es la revuelta de los niños perdidos.
El hilo de la transmisión histórica ha sido roto. Incluso la tradición revolucionaria nos deja huérfanos. El movimiento obrero sobre todo. El movimiento obrero que se ha vuelto instrumento de una integración superior al Proceso. Al nuevo Proceso, cibernético, de valorización social.
En 1978, el PCI, el ‘partido de manos limpias’, lanzó en su nombre
la caza a la Autónoma.
En nombre de su concepción clasista del proletariado, de su mística de la sociead,
del respecto del trabajo, de lo útil y de la decencia.
En nombre de la defensa de los ‘avances democráticos’ y del Estado de derecho.
El movimiento obrero que se habrá sobrevivido en el operaísmo.
Única crítica existente del capitalismo desde el punto de vista de la Movilización Total.
Doctrina temible y paradójica,
que habrá salvado el objetivismo marxista no hablando más que de ‘subjetividad’.
Que habrá llevado a un refinamiento inédito la denegación del cómo.
La reabsorción del gesto en su producto.
La urticaria del futuro anterior.De lo que toda cosa habrá sido.
La crítica se ha vuelto vana. La crítica se ha vuelto vana porque equivale a una ausencia. En cuanto al orden dominante, todo el mundo sabe a qué atenerse. Nosotros no tenemos
ya necesidad de teoría crítica. No tenemos necesidad de profesores. La crítica gira a favor de la dominación, desde ahora. Incluso la crítica de la dominación.
Ella reproduce la ausencia. Nos habla desde donde no estamos. Nos propulsa a otra parte. Nos consume. Es cobarde. Y permanece al abrigo cuando nos envía a una carnicería.
Secretamente enamorada de su objeto, no cesa de mentirnos.
De ahí los idilios tan cortos entre proletarios e intelectuales comprometidos.
Esos matrimonios de razón donde no se tiene la misma idea ni del placer ni de la libertad.
Más que nuevas críticas, son nuevas cartografías las que necesitamos.
Cartografías no del Imperio, sino de las líneas de fuga hacia fuera de él.
¿ Cómo hacer ? Necesitamos mapas. No mapas de lo que está fuera del mapa.
Sino mapas de navegación. Mapas marítimos. Herramientas de orientación. Que no tratan de decir, de representar lo que hay en el interior de los diferentes archipiélagos de la deserción, sino que nos indican cómo llegar, cómo unirnos a ellos.
Portuarios.


III


Estamos a Martes 17 de Septiembre de 1996, poco antes del alba. El ROS (Reagrupamiento Operacional eSpecial) coordina en toda la península el arresto de 70 anarquistas italianos.
Se trata de poner término a 15 años de investigaciones infructuosas que tenían por objeto a anarquistas insurreccionales.
La técnica es conocida : fabricar un ‘repenti’, hacerle denunciar la existencia de una vasta organización subversiva jerarquizada.
Después acusar sobre la base de esta creación quimérica a todos aquéllos a los que se quiere neutralizar por formar parte.
Una vez más, secar el mar para coger los peces.
Incluso cuando no se trata más que de un estanco minúsculo.
Y de algunos gobios.
Una ‘nota informativa de servicio’ escapó al ROS
en relación a este asunto.
Se expone su estrategia.
Fundada sobre los principios del general Dalla Chiesa, el ROS es el servicio imperial tipo de contra-insurrección.
Trabaja sobre la población.
Allí donde una intensidad se produce, allí donde algo ha pasado, él es el french doctor
de la situación. El que pone,
con el pretexto de profilaxis,
los cordones sanitarios cuyo objeto es aislar
el contagio.
Lo que teme, lo dice. En este documento, escribe. Lo que teme, es ‘el pantano
del anonimato político’.
El Imperio tiene miedo.
El Imperio tiene miedo de que nos volvamos cualquiera. Un medio delimitado, una organización combatiente. No los teme. Pero una constelación expansiva de squats, de granjas autogestionadas, de habitaciones colectivas, de reuniones fine a se stesso, de radios, de técnicas y de ideas. El conjunto ligado por una intensa circulación de los cuerpos, y de los afectos entre los cuerpos. Es otra cosa.
La conspiración de los cuerpos. No de los espíritus críticos, sino de las corporeidades críticas. He ahí lo que el Imperio teme. He ahí lo que lentamente adviene,
con el incremento de los flujos,
de la deserción social.
Hay una opacidad inherente al contacto de los cuerpos. Y que no es compatible con el reino imperial de una luz que ya no ilumina las cosas
sino para desintegrarlas.
Las Zonas de Opacidad Ofensiva no están
por crear.
Están ya ahí, en todas las relaciones en las que sobreviene una verdadera
puesta en juego de los cuerpos.
Lo que hace falta, es asumir que tomamos parte en esta opacidad. Y se dotar de los medios
de extenderla,
de defenderla.
Por todas partes en donde se llega a desarticular los dispositivos imperiales, a arruinar todo el trabajo cotidiano del Biopoder y del Espectáculo para exceptuar de la población una fracción de ciudadanos. Para aislar nuevos untorelli. En esta indistinción reconquistada
se forma espontáneamente
un tejido ético autónomo,
un plan de consistencia
secesionista.
Los cuerpos se agregan. Recuperan el aliento. Conspiran.
Que tales zonas estén condenadas al aplastamiento militar importa poco. Lo que importa,
es cada vez
arreglar una vía de retirada bastante segura. Para volverse a agregar en otra parte.
Más tarde.
Lo que sustentaba el problema de ¿ Qué hacer ?, era el mito de la huelga general.
Lo que responde a la pregunta ¿ Cómo hacer ?, es la práctica de la HUELGA HUMANA.
La huelga general permitía interpretar que había una explotación limitada
en el tiempo y en el espacio,
una alienación parcelaria, debida a un enemigo reconocible, luego derrotable.
La huelga humana responde a una época en la que los límites entre el trabajo y la vida acaban por difuminarse.
Donde consumir y sobrevivir,
Producir ‘textos subversivos’ y precaverse de los efectos más nocivos de la civilización
industrial,
hacer deporte, el amor, ser padre o estar con el Prozac.
Todo es trabajo.
El Imperio gestiona, digiere, absorbe y reintegra
todo lo que vive.
Incluso ‘lo que soy’, la subjetivación que no desmiento hic et nunc,
todo es productivo.
El Imperio ha puesto todo a trabajar.
Idealmente, mi perfil profesional coincidirá con mi propio rostro.
Incluso si no sonríe.Las muecas del rebelde se venden muy bien, después de todo.
Imperio, es decir que los medios de producción se han convertido en medios de control
al mismo tiempo que lo contrario se comprobaba.
Imperio significa que de ahora en adelante el momento político domina
el momento económico.
Y contra esto, la huelga general no puede ya nada.
Lo que hay que oponer al Imperio, es la huelga humana.
Quien nunca ataca las relaciones de producción sin atacar al mismo tiempo
las relaciones afectivas que las sostienen.
Quien socava la economía libidinal inadmisible,
restituye el elemento ético – el cómo – reprimido en cada contacto entre los cuerpos
neutralizados.
La huelga humana, es la huelga que, allí donde SE esperaba
tal o tal reacción previsible,
tal o tal tono apenado o indignado,
PREFIERE NO.
Se disimula el dispositivo. Lo satura, o lo estalla.
Se recobra, prefiriendo
otra cosa.
Otra cosa que no está circunscrita en las posibilidades autorizadas por el dispositivo.
En la ventanilla de tal o tal servicio social, en las cajas de tal o tal supermercado, en una conversación cortés, en una intervención de los polis,
según la relación de fuerza,
la huelga humana hace consistir el espacio entre los cuerpos,
pulveriza el double bind en el que están capturados,
los conduce a la presencia.
Hay todo un luddismo por inventar, un luddismo de los engranajes humanos
que hacen girar el Capital.
En Italia, el feminismo radical ha sido una forma embrionaria de la huelga humana.
‘¡Basta de madres, de mujeres y de hijas, destruyamos las familias!’ era una invitación al gesto de romper los encadenamientos previstos,
de liberar los posibles comprimidos.
Era un atentado a los comercios afectivos fracasados, a la prostitución ordinaria.
Era una llamada al sobrepasamiento de la pareja, como unidad elementaria de gestión
de la alienación.
Llamada a una complicidad, entonces.
Práctica insostenible sin circulación, sin contagio.
La huelga de las mujerésa llamaba implícitamente a la de los hombres y los niños, llamaba a vaciar las fábricas, las escuelas, los despachos y las prisiones,
a reinventar para cada situación otra manera de ser, otro cómo.
La Italia de los años 70 era una gigantesca zona de huelga humana.
Las auto-rebajas, los atracos, los barrios okupados, las manifestaciones armadas, las radios libres, los innumerables casos de ‘Síndrome de Estocolmo’,
incluso las famosas cartas de Moro detenido, hacia el final, eran
prácticas de huelga humana.
Los estalinistas hablaban entonces de ‘irracionalidad difusa’, y ya es decir.
Hay autores también
en los que se está todo el tiempo
en huelga humana.
En Kafka, en Walser,
o en Michaux,
por ejemplo.
Adquirir colectivamente esta facultad de sacudir
las familiaridades.
Este arte de frecuentar en sí-mismo
al huésped más inquietante.
En la guerra presente,
en la que el reformismo de urgencia del Capital debe tomar los hábitos del revolucionario para hacerse entender,
en la que los combates más demókratas, los de las contracumbres,
recurren a la acción directa,
un papel nos está reservado.
El papel de mártires del orden demokrático,
que golpea preventivamente todo cuerpo que podría pegar.
Yo debería dejarme inmovilizar ante un ordenador mientras las centrales
nucleares explotan, debería dejar que SE juegue con mis hormonas o a envenenarme.
Debería entonar la retórica de la víctima. Porque, está claro,
todo el mundo es víctima, los opresores mismos.
Y saborear que una discreta circulación del masoquismo
vuelva a dar encanto a la situación.
La huelga humana, hoy, es
rechazar jugar el rol de la víctima.
Atacar este rol.
Reapropiarse de la violencia.
Arrogarse la impunidad.
Hacer comprender a los ciudadanos pasmados
que aunque no entren en la guerra están de todos modos.
Que allí donde SE nos dice que es eso o morir, es siempre
en realidad
eso y morir.

Así,
de huelga humana
en huelga humana, propagar
la insurrección,
donde ya no hay sino,
donde somos todos
singularidades
cualquiera.

(Tiqqun)

martes, 23 de septiembre de 2008

COLUMNA 24

COLUMNA
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Hace unos días Juanjo Viota me hizo un retrato maravilloso. Es este que véis. A raíz de esto escribí esta columna, en la que describo mis sensaciones al contemplarlo; literalmente, me sepultó. Juzgad vosotros mismos:
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Retratos
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Hace unos días encargué un retrato a mi amigo el pintor Juanjo Viota. Quedó bien parecido y bien de calidad, como todo lo suyo y muy de penetración. A lo largo de mi vida me han hecho muchos retratos; los de los típicos artistas callejeros, los que encargas a pintores de renombre, los que te hacen en servilletas de papel, improvisadamente, los amigos que estudian Bellas Artes e incluso algún que otro autorretrato. No, no es egocentrismo sino grotesca autocuriosidad. Me ayudan a conocerme. Pero el otro día, al ver el realizado por Juanjo, sentí que mi retrato definitivo ya había llegado. Quedé muy satisfecho pero de algún modo aquel cuadro había concluido algo en mí. Me explico.
Casualmente, el día que lo recogí, leía en un libro de Francisco Umbral titulado “Mis paraísos artificiales” un texto en el que hacía referencia a un retrato que le había pintado Álvaro Delgado. Umbral, harto de que la mayoría de retratistas le pintaran enigmático e inacabado se sorprendió al ver ese cuadro. Según él era el mejor retrato que le habían hecho en la vida. Decía: “Álvaro no pintó lo que los demás ven sino el que yo veo desde el interior. Pintó mis ruinas secretas y mi cansancio del alma” Pero a pesar de verse identificado totalmente en él, nada más colocarlo sobre la chimenea sintió que todo había terminado. Yo sentí algo parecido. Umbral argumentaba que un buen retrato aporta al mundo una imagen de ti ya definitiva. Y es verdad; uno vive ambicionando una imagen de sí mismo. El proceso puede durar décadas o incluso toda la vida. Así que jode que venga un pintor y de en la diana y te entregue ya esa imagen que andabas buscando y que quizás, en el fondo, nunca quisiste encontrar; esa imagen que resume lo que eres, querías ser y serás. Todo eso está en un buen retrato. Y a la gente de a pie nos sientan mal los buenos retratos; los retratos son para los reyes y los cantantes, para los ladrones en busca y captura. Así que cuidado con encargar retratos de alta calidad porque se pueden volver en tu contra.El retrato de Viota es tan certero y absorbente que siento estar ya sepultado en él. Umbral dice que en todo retrato hay algo de embalsamatorio y definitivo, algo de panteónico y sin vuelta de hoja. Es verdad. Y da igual que lo cuelgues en la pared, lo metas en el armario o lo regales; ya está en tu memoria, clavado y enmarcado, dándole a tu vida una fijeza extraña y definitiva.